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El póker es un juego lleno de emoción, estrategia y sorpresas. A lo largo de su historia, han habido jugadas que han pasado a la historia por su excepcionalidad y genialidad. En este artículo, nos gustaría revisar algunas de las jugadas más icónicas en la historia del póker.

Uno de los momentos más memorables en la historia del póker sucedió en 2003, en el Main Event de las World Series of Poker, cuando Chris Moneymaker, un aficionado al póker en línea, logró ganar el torneo y llevarse el premio de 2.5 millones de dólares. En una de las manos más recordadas de ese torneo, Moneymaker tenía un par de seises y su oponente tenía un farol con una pareja en la mano. Moneymaker decidió pagar la apuesta y su pareja de seises resultó ser la mejor mano, llevándolo a la victoria.

Otra jugada legendaria en la historia del póker fue la “mano del millón de dólares” entre Phil Ivey y Paul Jackson en el European Poker Tour de Montecarlo en 2005. En esa mano, Ivey se enfrentaba a una difícil decisión con un par de dieces y un proyecto de color en la mesa. Ivey tomó la arriesgada decisión de hacer un all-in y su oponente terminó pagando, dando lugar a una de las mayores ganancias en una sola mano en la historia del póker.

En 2010, en el Big One for One Drop, un torneo con una entrada de un millón de dólares, ocurrió otra jugada icónica protagonizada por Antonio Esfandiari. En una mano clave, Esfandiari decidió hacer un farol con un par de nueves en una mesa muy complicada. Su oponente pagó con una pareja mayor, pero la carta del turn le dio a Esfandiari una escalera de color, llevándolo a ganar el torneo y llevarse el premio de 18.3 millones de dólares.

Estas son solo algunas de las jugadas más icónicas en la historia del póker, un juego que continúa sorprendiéndonos con su imprevisibilidad y emoción. Cada mano tiene el potencial de cambiar por completo el curso de un torneo y llevar a los jugadores a la gloria o la derrota. Sin duda, el póker seguirá regalándonos momentos memorables y épicos en el futuro.